26 marzo, 2008

Te escbulles rápido, evitando o desinteresado. Ya no pretendo comprender qué sucede, ni qué acontece. Despierto, ya sé que te has ido.
Te empequeñeces, veloz, como siempre te has desvanecido. Pero me dejas atado al cuello los deseos de partir por ti. Mi piel se eriza, vuelvo a sentir cuánto frio quedó del otro. Mi cuerpo no habla, lo callaste. Mis labios te extrañan, sólo por calor. Tu aroma, tu piel, tus latidos, tus palabras...cómo pasa el tiempo y de a poco se entierran los recuerdos.

Entre un recuerdo fugaz de cuando jugábamos a ser estrellas, me intento refugiar en nada. Sorprendido quedamos, tú hundiéndote en nada y yo, queriendo aun sentirme iluminada. Recuerda que estamos bajo el mismo cielo...



Sin embargo, tu desinteresado me hablas, y yo olvidando todo por escucharte a ti. Una locura, el mundo se construye, nada se detiene. Y necesito encontrarle cabida a mi poca existencia.


¿ Qué te pasa, después de hablarnos? Me idiotizo, caigo en las más absurdas tentaciones, paradojas, me vuelvo un espejo. ¿ pero tú ? quizá tu vida continúa...nunca fui para ti...


Intento abrazarte, pero te alejas aun que no muevas un dedo. ¿ Y entonces qué? Las estrellas siguen mirándonos, ya no juegan, sólo alumbran...

20 marzo, 2008



Danzo en extremos, con un pie al sur, el otro inmóvil. Y una mano intentando ir hacia arriba. Danza mi pie a tu lugar, tratando de permanecer ahí, esperanzado en irónicos deseos.


Danza mi cuerpo al viento, se libera. Te quedas atrás. ¿Te quedarías atrás?. Prometo no expulsar tantas horas al vacío recordándome que eres.
Danza, mientras tanto, la canción desesperada. Al son tierno de un amanecer, a un latir sin haber pisado tierra. Tierra fértil que me ofrece tu desconocida mirada idealizada.


Sigo danzando intentado desprenderme de una de mis extremidades que trata de aplastarme en el silencio que aun queda de nosotros dos...

Se abre el cielo

Suave, ajeno a la ciudad. Se abre el cielo y caminamos dezcalzos por nuestros sentimientos...