23 julio, 2008

Canto IV


"..Detrás de tu secreto te escondías en sonrisa de párpados y de aire Yo levanté la capa de tu risa y corté las sombras que tenían tus signos de distancias señalados..."

En lo más hondo...

Fue en diciembre cuando se borró la pintura ...


Ha pasado tiempo, inviernos eternos que parecen no perdonar. A veces me congelo, otras simplemente me abrigo con lo que queda. Temo tomar un pincel, pintarme otra historia, temo encontrar un color que le dé vida a mi corazón de lata. Pero el tiempo no es medicina, y aunque queramos no siempre logra sanar todas las heridas.

Hay sol, hay humedad. Ha llovido y sigo jugando. Soy niña aun, inocente sin remedio alguno, bailo con las mariposas suponiendo felicidad. Sin embargo, no hay felicidad más eterna (aun que a tiempo) que aquella que es compartida, cuando aparece una silueta que te da amor, te sientes amada, y puedes amar. Es esa felicidad la que ni el tiempo ha podido traer, borrar y renovar. No pretendo encontrarla, aunque ande con lupa investigando historias de amor.

No hay pintura más bella que aquella que perdura, independiente si se sigue pintando. Aquella que no cabe dentro, que traspasa siglos y sigue intacta. No me creo un detective experto, pero voy descubriendo que aun falta para la primavera. Mientras a mi alrededor nacen flores y jardines.

Temerosa acepto tomar el pincel, pero necesito de una mano. Me voy helando, congelando, y mi corazón se vuelve piedra...


" Pero para María ninguna luna, alza su copa roja sobre las aguas..."

Pretendo desnudarme ante la luna, sólo si estás conmigo...
Pero comprendo que soy animal por un lado, y por el otro me baño en racionalidades humanas. Comprendo que soy impulsiva cuando el olor es llamativo, y llevada a mis ideas cuando el enemigo parece idiota. Comprendo que soy un manto de sorpresas, y me escondo detrás para ocultar mis placeres y debilidades. E incluso puedo enteder que el viento sea mi aliado, caminamos juntos.

Porque hay amor, y no puedo dejar de temerle. Sí, estoy atacada, me han atacado. Y no hay impulsos, ni ataques que puedan impedirlo. Soy amante sin tener donde dejar reposar mi cuerpo. Parecemos animales buscando donde reproducirnos.

Puedo comprender que no hay que buscar. Me desnudo y la luna parece iluminar un cuerpo que va quedando sin vida, pliegues por distintas partes, voy engordando, me trasnformo en sobrepeso de cargas y penas, miedos y agonías. Estoy necesitando, y no hay nadie que pueda comprenderlo. Ni un respiro, y va dando que mi alma se trasnforma en aire. Puedo comprender, mas no quiero hacerlo. Parece cómodo, parece que "es lo único que queda".

Pero hay algo que no comprendo. Es la maldita espera, y que no hay distancias, no hay kilómetros ni estaciones que pasen sin pensar en un momento en que me vuelvo fría. Le temo al amor, pero acepto que venga. Pasan inviernos y se nubla aun más mi razón. Soy animal, que piensa y tengo dedos separados; ¡ soy humano !. Entonces, me quedo incomprendida, y sigue pasando el otoño...¿qué más da? Si ya comprendí, soy humano y tengo que esperar.

De plata, fría, luna luciérnaga. De noches heladas, y estrellas burlezcas. Soy animal, y no tengo patas, soy animal y necesito reproducción. Soy animal, y me voy abandonando. Ríanse, ya llegará el momento en que los animales sin ya querer razonar comenzaremos a amar.
"...Todas las lenguas están muertas
Muertas en manos del vecino trágico
Hay que resucitar las lenguas
con sonoras risas
Con vagones de carcajadas
con cortacircuitos en las frases
y cataclismo en la gramática
Levántate y anda
estira las piernas anquilosis salta
Fuegos de risa para el lenguaje tiritando de frío
gimnasia astral para las lenguas entumecidas
Levántate y anda
vive vive como un balón de futbol
Estalla en la boca de diamantes motocicleta
en ebriedad de sus luciérnagas
Vértigo sí de su liberación
una bella locura en la vida de la palabra
una bella locura en la zona del lenguaje
Aventura forrada de desdenes tangibles
Aventura de la lengua entre dos naufragios
Catástrofe preciosa en los rieles del verso

Y puesto que debemos vivir y no nos suicidamos
Mientras vivamos juguemos
el simple sport de los vocablos
de la pura palabra y nada más
Sin imagen limpia de joyas
(las palabras tienen demasiada carga)

Un ritual de vocablos sin sombra
juego de ángel allá en el infinito
Palabra por palabra
con luz propia de astro que un coque vuelve vivo
Saltan chispas del coque y mientras más violento
Más grande es la explosión
pasión del juego en el espacio
sin alas de luna y pretensión.

Combate singular entre el pecho y el cielo
total desprendimiento al fin de voz y carne
Eco de luz que sangra aire sobre el aire..."

Se abre el cielo

Suave, ajeno a la ciudad. Se abre el cielo y caminamos dezcalzos por nuestros sentimientos...