27 noviembre, 2009

"Pusieron letreros pero yo no sé leer
Voy siguiendo flechas que me pierden otra vez me pierden
Llego a los lugares sin saber cómo llegué
Me digo a mí mismo por aquí yo ya pasé
Lo único que se hacer bien es perderme
Y lo único que debo hacer es quererte quererte quererte
Me pierdo en mí mismo y me pierdo en ti también
No sé cómo lo hago pero me sale tan bien
Perderte, perderte perderte
Y lo único que debo hacer es quererte quererte, quererte…"


Y si me hubiesen dicho que en algún momento
la espada me clavaría por la espalda,

y esta muralla me sostendría, no creería ninguna palabra.
Es que como el agua, se desvanece la esperanza.

Si alguien me hubiese dicho que el mundo se me caería de mi cabeza,

me reiría a carcajas.
Lo llevo buscando hace un tiempo roto en el suelo.

Incluso peor, si alguien me diría que llegaría a perderme tanto,
que tendría más piel para acariciar,

que habrían unos labios que me alimentarían,
palabras que me regocijarían, y un alma que me enamoraría,

me hubiese quedado callada.
La espera ha sido larga y la injusticia no se apiada.


No, no es justo. Nadie sabe, nadie conoce.
Y esta absurda sensación en mi pecho.

Se me escapan las lagartijas, necesitan cambiar su piel.
Mi abrigo está cansado y la casacada interna aunmenta su caudal.
Los astros están llorando de la risa, su burla me entristece.
Y este egoísmo que siento me nubla la mirada.


Tendrás que irte, o volver. Tendrás que retomar tu camino.
Tendré que retornar de tu piel,

tendré que despertar nuevamente, tendré que pararme.
Me pregunto para qué te trajeron si nunca te iba a tener?.

Sí, me siento culpable por sentir algo que supuestamente no debería.

Pero detente, quédede quédese, que lo bueno aun no empieza.
Mis articulaciones se caen a pedazos. He sostenido por tanto tiempo

este universo, ya no sé quién se lo va a llevar...
Prefiriría que nadie más, bueno?.


Pero es verdad, lo único que sé hacer bien es perderte y quererte.
Y lo único que voy a hacer es perderme...

Se abre el cielo

Suave, ajeno a la ciudad. Se abre el cielo y caminamos dezcalzos por nuestros sentimientos...