He comenzado a redactar sin utilizar palabras. Quiero plasmar esta agonía de estar leyendo, de estar escuchando y estar atenta.
Atenta al silencio sordo de tus pasos, de tus ácidas manos. Atenta al viento en contra de la palabra y en ella el susurro hiriente.
Hiriente en presentes ciegos, hiriente en caricias distantes, hiriente vacio que ha dejado el andar.
He decido al final cantar, humillando al papel que fui, escogiendo la fortaleza de seguir. Una fortaleza débil, que camina con pasos entorpecidos. Una extraña sintonía con una confiada necesidad, he decido cantar sin tener que despertar.
Redactando entre líneas de amapolas lloronas nos quedamos bailando, mientras se escribe la distancia con nombre de sentimiento. Cierro mis ventanas para no vislumbrar el amanecer humedo de lágrimas. Y en esto nos vamos desenredando....
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