Te retomo en mis brazos, te acurrucaste en lo herido de mi pecho. No oigo mas mis oidos se callaron con el susurro eterno del viento. Que suplicaba conmocion, que otorgaba perdon.
Te abrazo en sueños y pesadillas, te beso en tus manos para despedirnos al mar. Nos baña, nos convierte en ceniza. Mar añejo, mar asesino, mar sincero, mas mar para distanciarnos.
En mis manos sostengo una nube, y me muestra como avanza el mundo. Me limpia lo tosco de tu mirada y se lleva nuestros dias de antaño. En mi cabeza un cerebro asesino, me dispara y me destroza. Me afirma al suelo, me amarra a la nube. Contengo, asi, un corazon hostil, sumiso en locuras, roto en delicadas fibras.
Te tornas colorido y deforme, te transformas en un ave, vuelas y tevas. Vuelas y vuelves, vuelas y vuelas. Ave errante en mi mundo. Ave amarilla, ave rosada, ave amada, ave olvidada. Ave y aves se van.
Olvido en tus alas como fue soñar. Deposito en tus ojos la seda que calleron de los mios. Y te entrego en esporadicas tentaciones el deseo de mi cuerpo, el penetrar de tu ritmo al son del mas frio vals.
Te escondes duce, te escabulles solitario. Y esta nube que nos sigue ocultando...
Te enfrentas tibio, te muestras niño, te entregas despacio y me rompes a pedazos. Y en mis manos sucias cuentan los amaneceres que nunca se vivieron...
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