Y se cae a pedazos la fortaleza que se construyó. Entran los primeros rayos de soL. ..
Fue dura la noche, aun quedan rastros del intento en vano de olvido. Bebí hasta casi morir. Y ese casi entiéndase como una delgada línea. Casi la misma que estoy a punto de curzar.
Se me escaparon asustadas las palabras, ya ni recuerdo cuántas solté. Me voy alejando de mi propio cuerpo. Tomando buses, escalando estrellas. Quizás para sentir el peso extraño que intento ceder. Y mi tinta se ha esfumado, tanto calor, tanto ardor.
En el reflejo de la triste cuidad, te veo abrazando tus piernas. Con una leve sonrisa en tu rostro, cada vez nos saludamos para despedirnos. Me iré alejando más. Mientras el trago amargo detiene mi organismo.
Olvido dramático, olvido universal. Y la forma de matar pensamientos, tan común y absura, mas me mata a mi. Intentos frustrados, inmaduros. Una escena perfecta de homicidio. Claro, si no fuesen porque hasta los pensamientos huyeron antes de que pudiese vomitarlos.
Una pieza de mi cuerpo se cae. Un vaso roto, mas drama. Y esta montaña rusa que no quiere detenerse. Se revuelve aun más, arriba, abajo. Vuelta, de cabeza, los pies saludan al cielo. Mi estomago comienza a alegar. El aleteo de la maripoza que intenta liberarse en mi interior. Está revoltosa, como si yo no pudiese controlar la situación. Y peor aun, como si créyese yo misma que la puedo controlar.
Me baño en un océano de alcohol. Y mi sangre que arde, corre exaltada por mis venas. Se está desvaneciendo el pintoresco paisaje. Gotas de olvido desparramadas en la sala, tú aun riéndote en el suelo. Y el cielo oscuro que no da misericordia. Todo en su debido lugar. Todo como si nada hubiese pasado.
Me levanto, abro la puerta, atrás quedó la muralla ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario