10 septiembre, 2008

Ven, toma mi mano...


Alumbra el sol, fuerte. Y todo vuelve a aroma cálido. Mi cuerpo se vuelve lento, acogedor, relajado. Una extraña sensación, respiro aire, suave. Sinceramente ya siento cómo cambia la estación.

Y cuando más me precipito a encontrarme en el horizonte, se vuelve gris. Oscuro, sin ser tenebroso, al contrario te llama a correr, a perseguir las gotas que comienzan a caer del cielo. No hay más llanto, no hay más tristeza. Y dan ganas de abrir los brazos, gritar, dejar que entren y limpien hasta lo más mínimo. Así me voy entregando a una sensación de tranquilidad desiquilibrada.


¡ Abre tu ventana ! Alza tu cabeza al cielo, se está abriendo para nosotros un nuevo camino. Ven, toma mi mano, se nos presenta un camino colorido, solamente tenemos que decidirnos a caminarlo. Toma mi mano, alimentémosnos del otro. Te invito a caminar por este arcoiris.
Te invito, mira mis ojos. Son sinceros, vámonos un momento. Entra en mi mundo, conoscamos, descubramos. Vayamos con colorido y sincero camino. Arcoiris de matices nuevos. Arcoiris de esperanza, de nuevos aires y nuevos colores.

Anda, acompáñame. Es que me penetro en tus ojos, en tu alma. Tengo fe en que para nosotros, hay todo un mundo por descubrir. Arcoiris de sensaciones, arcoiris, arcoiris. Vámonos ha soñarnos en colores...

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Se abre el cielo

Suave, ajeno a la ciudad. Se abre el cielo y caminamos dezcalzos por nuestros sentimientos...